Santa Pelagia la penitente fue convertida al cristianismo por San Nono,
obispo de Edesa (sábado de la Semana del Queso). Antes de su aceptación del
cristianismo a través del Bautismo, Pelagia fue la cabeza de un grupo de
danza en Antioquia Palestina, viviendo una vida de frivolidad y de la
prostitución.
Un día, Pelagia, elegantemente vestida, estaba haciendo su camino junto a
una iglesia donde San Nono estaba predicando un sermón. Los creyentes le
volvieron la espalda a la pecadora, pero el obispo la miraba a ella.
Impresionado por la belleza exterior de Pelagia y habiendo previsto la grandeza
espiritual dentro de ella, el santo oraba en su celda por un largo tiempo al Se
ñor por la pecadora. Les dijo a sus compañeros obispos que la prostituta
avergonzaba a todos. Explicó que se cuidaba mucho para adornar su cuerpo
para parecer hermosa a los ojos de los hombres. "Nosotros... no nos
preocupamos por el adorno de nuestras almas miserables", dijo.
Al día siguiente, cuando San Nono estaba enseñando en la iglesia sobre la
sentencia del Juicio final y sus consecuencias, Pelagia llegó. La enseñanza
hizo una tremenda impresión en ella. Con el temor de Dios y llorando
lágrimas de arrepentimiento, le pidió al santo por el bautismo. Al ver su
arrepentimiento sincero y completo, el obispo Nono la bautizó.
Por la noche el diablo se le apareció a Pelagia, instándola a volver a su
vida anterior. La santa oró, persignándose con la Señal de la Cruz, y el
diablo se desapareció.
Tres días después de su bautismo, Santa Pelagia recogió sus objetos de
valor y los llevó al obispo Nono. El obispo ordenó que fueran distribuidos
entre los pobres, diciendo: "Que esto sea sabiamente dispersado, de modo que
estas riquezas obtenidas por el pecado, puedan convertirse en riqueza para la
justicia". Después de esto Santa Pelagia viajó a Jerusalén al Monte de los
Olivos. Allí vivió en una celda, disfrazado como el monje Pelagio, que
vivía en aislamiento ascético, y alcanzando grandes dones espirituales. Cuando
murió, fue enterrada en su celda.
de Hisporto
1 comentario:
Interesante..., una Santa
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