¡Cuánto, cuánto me holgara de hallarme ahora entre vosotros y, aunque estos ojos míos no merecen mirarla, abrazar, con todo el júbilo de mi alma, vuestra admirable compañía! Ahí contemplaría un desierto más deleitoso que cualquier ciudad; vería lugares desamparados de moradores, sitiados, a manera de un paraíso, por ejércitos de santos.
Pero mis culpas han hecho que una cabeza cargada de todo linaje de crímenes no se junte con un coro de bienaventurados. Por eso, yo os suplico, ya que no dudo lo podéis alcanzar, que por vuestras oraciones me libréis de las tinieblas de este siglo. Ya os lo dije antes presente, y ahora por carta no ceso de manifestaros mi deseo: mi alma es arrebatada por el ansia más ardiente hacia esa manera de vida; a vosotros toca ahora que a la voluntad siga el efecto. A mí me toca el querer; a vuestras oraciones, que no sólo quiera, sino que pueda.
Yo soy como la oveja enferma descarriada del resto de la manada, y, si el buen pastor no me vuelve sobre sus hombros al aprisco, mis pasos resbalarán y, en el intento mismo de levantarme, daré conmigo mismo en el suelo. Yo soy aquel hijo pródigo que he malbaratado toda la parte de hacienda que mi padre me diera; y aún no me he postrado a los pies del que me engendrara, todavía no he empezado a repudiar los halagos de mis pasadas demasías.
Y ahora que un tantico he comenzado no tanto a dejar mis vicios cuanto a quererlos dejar, el diablo trata de envolverme en nuevas redes. Ahora me pone ante los ojos nuevos obstáculos y rodea todo mar y todo océano. Ahora, puesto en medio de este elemento, no puedo ni avanzar ni retroceder. Sólo me queda que por vuestras oraciones me empuje el soplo del Espíritu Santo y me conduzca al puerto de la codiciada orilla.
Carta del Bienaventurado Jerónimo a los anacoretas.
4 comentarios:
Cuanto hay Makarios de limitación humana para caer en el pecado?
Y cuanto de la propia voluntad que dice: Y bueno, que Dios me perdone?
Es el maligno el que acecha ? El que se interpone ? o es la propia libertad la que adhiere ? Sea como sea, antes de retirarse al desierto, uno sabe que es una oveja descarriada, y al llegar al desierto más lo repite y más alejado de Dios se siente.
Que misterio tan grande es este que surge a la razón como algo desconcertante, pero que valioso es esto en nosotros los hombres, de querer siempre levantarnos e ir hacia el encuentro del Padre.
Sea, antes del desierto, durante o en el momento del tránsito.
Alabado sea Jesucristo,
sea por siempre bendito y alabado.
Saludos Makarios,
Sergio.
Paz y Bien !
Cierto es que frente a la inmensa Misericordia de Nuestro Señor más se expone nuestra propia debilidad y fragilidad humana. Lo importante es batallar en el desierto contra el enemigo con las armas que nos provee el Señor en esas luchas. Cuesta internarse en el desierto, y muchas son las tentaciones para no abandonarlo todo, pero una vez que se acepta el hecho y la realidad que SOLO DIOS VASTA la desición tiene como garantía el propio soplo del Santo Espíritu. Bendito y alabado sea el Señor por siempre !
"Y así, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero" Romanos 7, 19
CONTEMPLATIVOS EN LA CIUDAD
Hombres adultos llamados por el Padre a seguir a Cristo como una familia sobrenatural contemplativa en la que se comparte la vida, la oración y el apostolado a la luz de los Consejos Evangélicos de pobreza, castidad obediencia. Discípulos del Señor en Bogotá que buscan testimoniar el amor inagotable de Dios por Su Pueblo. Quien desse unirse ir al blog http://contemplativosenlaciudad.blogspot.com/ Gracias.
Pero está ahi...SU INFINITA MISERICORDIA... y ÉL aguarda nuestro ENCUENTRO hermanos... no nos hundamos y desfallezcamos...ÉL AGUARDA con AMOR INFINITO y con SU LLAMADA nuestro abandono, entrega, desprendimiento de es ego que nos mantiene seapardos y aprisionados...
Libéranos JESUCRISTO de esa red y velos que nos apartan del PADRE...
Un Abrazo en CRISTO
Carmen
concienciaprimordial.blogspot.com
indivisemanent.blogspot.com
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