sábado, 11 de abril de 2009

LA CELDA INTERIOR


De nuestra intimidad con Dios, nace una exigencia: la necesidad de la celda, entendida ésta no siempre como un lugar físico necesariamente, sino más bien, aquel "lugar" en nuestro interior de donde sales pero vuelves en cuanto te es posible, pues es en él donde mejor escuchas y permaneces en mayor comunión.


No abras con facilidad las puertas de esta celda, ni facilites la entrada a extraños por muy queridos que te sean. Considera esta celda como zona de "clausura", donde solo teneis acceso Dios y tú.

"La celda será la que te enseñe todo lo que debes saber" (abba Moisés)

4 comentarios:

Dichosa Ventura dijo...

Querido Macario:

Seguido pienso que sería de nosotros si no tuviésemos la celda de nuestro corazón. Allí podemos escondernos sin que nadie lo note, aun en medio de las ocupaciones, vivir en lo escondido con nuestro Señor, disfrutar de su presencia en lo secreto
Felices Pascuas.

Hieromonje Macario dijo...

Quisieramos, como los discípulos en la Transfiguración, permanecer en la tienda con el Señor y vivimos en la esperanza de lograrlo un día.
¡Cristo ha Resucitado!
Hrisyos a inviat!

Adriana dijo...

Aquellos que el Hijo llama mediante la humildad al primer cielo

El Espíritu los lleva mediante la caridad al segundo cielo

Y el Padre los eleva al tercer cielo mediante la contemplación.



La pureza es la que nos eleva a las cosas invisibles, la que nos arrebata al tercer cielo.

Gradibus humilitatis.


desde Bs As capital
Recien llego de mi Montaña Santa.
Luego de 4 hs de oracion puedo cantar Alabado , Glorificado sea Dios por su misericordia.
amen+
En comunion orante
Adriana

Martín dijo...

En la celda interior un gran husped, el rey de los cielos. Dios los bendiga.