
Es sobrina de Abraham el ermitaño, y fue S. Efrem (sIV) quien escribió su vida.
María quedó huérfana a los 7 años, permaneciendo bajo la tutela de su tío, Abraham, que era ermitaño. Ella siguió la vida del tío durante 20 años, pero después el demonio la tentó, y ella, después de pecar con un monje, se fue a la ciudad para darse a una vida libertina. Su tío la lloró durante 2 años. Después, informado de dónde ella estaba, se fue a buscarla.
Él fue disfrazado, de manera que ella no lo reconoció. Entraron en una habitación para dormir juntos, y en aquel momento él se sacó el disfraz y le advirtió que el día del juicio, Dios le cargaría todos aquellos pecados. Ella volvió con él a la celda, y después de tres años de sincera penitencia, Dios le concedió el don de hacer milagros.
Paladio explica que Dios un día dijo a un solitario, hablando de una prostituta arrepentida: "esta mujer me ha sido más placentera en la penitencia que otras en su virginidad"